Marcelo Pacheco

Llevo más de 30 años viviendo fuera de Almendralejo, en Madrid, pero mi corazón sigue estando en el lugar que me vio crecer, la patria de José de Espronceda y Carolina Coronado, aquí está mi casa, mi familia, aprovecho cualquier momento para volver, disfrutar paseando por sus rincones mágicos y bellos que te transportan a un pasado romántico.

Palacios como el de Monsalud,  Marquesa de La Oliva, el de La Encomienda, edificios religiosos de gran belleza y de diferentes estilos, gótico renacimiento es la parroquia de la Purificación del siglo XV y XVI, neoclásico del siglo XVII, el  Convento de San Antonio, populares pero llenos de devoción y cariño como el hogar de nuestra Virgen de la Piedad, del siglo XIX la iglesia del Corazón de Maria, una joya del neogótico. Preciosos jardines y plazas como la de Espronceda, justo donde se encuentra nuestro teatro Carolina Coronado, de principios del siglo XX. Una joya es la Plaza de toros al lado del parque de la Nuestra Señora de La Piedad.

Almendralejo es mucho más, arqueología, yacimientos de gran interés, destacar su museo, y el yacimiento de Huerta Montero que nos transporta a la prehistoria.

Y si, Almendralejo es más, mucho más, cultura, fiestas de interés turístico regional, las candelas, el romanticismo, fiestas patronales… Y sus vinos y cavas reconocidos internacionalmente.

No hay excusas, hay que vivir Almendralejo.

Os Invito