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CONVENTO Y SANTUARIO DIOCESANO DE SAN ANTONIO

Una selección del legado patrimonial e histórico de Almendralejo.

CONVENTO Y SANTUARIO DIOCESANO DE SAN ANTONIO

En 1654 Felipe IV expide una cédula real que concede licencia para fundar el convento franciscano de San Antonio de Padua en Almendralejo.
Considerado uno de los mejores de la provincia, estaba habitado por 50 frailes y tenía una capacidad para 18 hospedados. 

El Convento y Santuario Diocesano de San Antonio, En 1654 Felipe IV expide una cédula real que concede licencia para fundar el convento franciscano de San Antonio de Padua en Almendralejo. Esta iniciativa corrió a cargo de Fernando Nieto Becerra, su mujer Juana Alvarado Mendoza y una hermana de esta, Leonor Alvarado Mendoza.

Se deseaba resarcir la pérdida del convento de Nuestra Señora de la Luz de Moncarche en Alconchel, fundado por fray Juan de Guadalupe en 1500 y que las guerras contra Portugal habían arruinado. El año de 1654 la comunidad religiosa llegada a Almendralejo, nueve frailes dirigidos por fray Juan de San Agustín, se estableció en la villa, en una casa propiedad de Fernando Nieto.

En 1656, dos años después de la llegada de los primeros frailes franciscanos a Almendralejo, se firmaron las capitulaciones, en las que se establecían las obligaciones de los fundadores y las contraprestaciones exigidas a los franciscanos, entre las que se hallaba impartir gratuitamente a los hijos de los vecinos estudios de Gramática. Las obras no se terminaron hasta 1697, año en el que se concluyó la iglesia.
 
El convento es considerado uno de los mejores de la provincia, estaba habitado por 50 frailes y tenía una capacidad para 18 hospedados; pero esta época de apogeo se vio truncada a comienzos del siglo por la guerra de la Independencia con los franceses; los frailes fueron expulsados y el convento se convirtió en cuartel militar. Cuando regresaron tras la derrota de los franceses encontraron un edificio en ruinas, la iglesia saqueada y los archivos y biblioteca destruidos. A duras penas se mantuvieron en él hasta el año 1835 en el que el edificio es expropiado por el estado con las leyes de desamortización de Mendizábal y es comprado por una rica familia del pueblo para fábrica de harina y tahona. Como testimonio de ello queda la chimenea de ladrillo que hay en las traseras del edificio. Mientras tanto la iglesia continuó teniendo culto y el convento quedó abandonado siendo aprovechado para distintos usos, tales como: granero, almacén para muebles, colegio de enseñanza media, hasta que en los años ochenta se comienza su rehabilitación por parte de la Escuela Taller de Almendralejo, recuperándose el edificio en 1997.
 
El convento se levanta con una planta siguiendo el modelo de la Orden Franciscana de San Gabriel, de la provincia, es decir, dos patios cuadrados unidos por una dependencia, en este caso el refectorio.
 
Las distintas dependencias se articulan alrededor del claustro de planta tendente al cuadrado; tiene altos y robustos pilares cuadrados realizados con sillería granítica y arquerías de medio punto, y en el centro se sitúa el pozo de estructura cuadrada destacando su peculiar decoración imitando escamas. En la planta baja se encontraban las aulas donde impartían clases los frailes, el refectorio o comedor, la cocina, la sala de profundis, etc. El claustro alto, de carácter más íntimo y reservado, se dedicaba a rezos. Había un viacrucis pintado con las 14 estaciones enmarcadas con una orla de rasgos barrocos. La biblioteca actual era donde se encontraban las celdas de los monjes; en esta planta estaban también la enfermería con capacidad para seis enfermos, la biblioteca y archivo de los frailes y el solarium donde se llevaba a los enfermos para que tomaran el sol.
 
El patio de servicio, situado en un extremo, era un amplio patio sin porticar que estaba rodeado de cocinas, almacenes, bodega-sótano y comunicaba el convento con la huerta, silera y cobertizo para los aperos. La huerta era el actual jardín de Santa Clara, donde aún se conserva la noria.
 
La decoración del convento se reduce básicamente al esgrafiado del siglo XVIII. Decora el claustro y las zonas de escaleras a modo de zócalo, la bella bóveda de la escalera de profundis, el refectorio y otras dependencias. Los motivos utilizados para esta decoración son geométricos y vegetales, aunque también se observan escudos y cruces, todo en color blanco sobre el muro enlucido, salvo en el refectorio que se combina con el color rojo y negro, convirtiéndola en la decoración más rica del convento, recreando elementos arquitectónicos como columnas salomónicas y arcos de medio punto con decoración floral.
 
En el extremo oeste se sitúa la iglesia que destaca en altura del resto del edificio, cuya restauración finalizó en 1999. Tiene planta de cruz latina con crucero y cabecera cuadrangular. Posee una nave cubierta por bóveda de cañón achaparrada con arcos fajones y el crucero con cúpula de media naranja sobre pechinas con linterna en el centro. 
 
La entrada principal está situada a los pies y tiene otra en el lado derecho del edificio. Existe detrás del altar mayor un camarín donde se conservan restos de pintura mural en la que destacan colores como el azul y el marrón, apreciándose aún hoy la calidad de las mismas y los azulejos originales.
 
Tiene tres retablos de estilo barroco dorados realizados en el siglo XVIII. El retablo mayor de un solo cuerpo con tres calles separadas por columnas, está bajo la advocación de San Antonio. El retablo de la derecha alberga la imagen de la Virgen de los Remedios y en  el retablo de la izquierda la advocación de Santa Rosa.
 
En el suelo del templo se disponen ochenta y una tumbas de los religiosos. Son tumbas muy humildes cubiertas por una losa de granito, las cuales solamente tienen grabada una A de la orden de los Alcantarinos y el número de sepultura. Junto a la escalera del altar mayor existe una piedra sepulcral con el escudo y nombres de los fundadores del convento, donde reposan sus restos desde 1717.
 
La fachada encalada tiene sillares graníticos en las esquinas, rematando el conjunto en un frontón sin decoración. En el centro se abre la puerta adintelada con friso decorativo y sobre ella un templete con hornacina donde se encuentra la imagen de piedra del Santo y a cada lado  se dispone un escudo: el de la izquierda es el escudo franciscano y el de la derecha es el escudo heráldico de los fundadores.
 
Horario de la iglesia:
de lunes a domingo de 9.00 h a 14.00 h y de 17.00 h a 20.30 h.
 
Horario del convento:
de lunes a viernes de 9.00 h a 15.00 h.
 
Entrada gratuita.


Ubicación: Avenida de San Antonio, 3.

Teléfono: (+34) 924 666 967

Email: turismo1@almendralejo.es

Web: visita.almendralejo.es


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